martes, 11 de marzo de 2008

Fidel Castro, fin de una era

Por Guillermo Solís

Fidel Castro cerró un capítulo histórico en Cuba al anunciar su retirada
definitiva del poder en un “mensaje” publicado por el diario oficial “Granma”, en el que adelanta que no “aspirará” de nuevo a la jefatura del Estado ni al cargo de Comandante en Jefe, dejando las puertas abiertas para cambios en la cúpula de poder por primera vez en casi medio siglo en la isla.

Líder del Partido Comunista y presidente, se mantuvo firme en el poder y, a pesar de las dificultades económicas por las que atravesó en la década de 1990, se negó a cualquier transición desde el socialismo hacia el capitalismo, una medida tomada por antiguos estados comunistas tras la caída de la Unión Soviética.

Sus críticos, tanto dentro de Cuba como en el exterior, lo acusan de haber privado a los ciudadanos cubanos de sus libertades económicas y políticas.Muchos cubanos
abandonaron el país, y Castro considera que los disidentes son ontrarrevolucionarios que están en la nómina de Estados Unidos.

Castro ha sido objeto de una serie de intentos por destituirlo del poder por parte de Washington.Estos incluyen una fracasada invasión de Bahía de Cochinos en 1961 en el sur de Cuba, llevada a cabo por más de 1.000 exiliados cubanos entrenados y financiados por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, que más tarde recurrió a extrañas conspiraciones para asesinarlo.

Fiel a su ideología
El futuro Con la retirada de Castro de la primera línea del poder, se abre un nuevo
capítulo en la historia de Cuba. Hasta su enfer medad, más del 70 por ciento de los cubanos no habían conocido a otro líder.

Sin embargo, Castro se muestra confiado en la respuesta tranquila de su pueblo, al que, recuerda, ya preparó psicológicamente para los cambios desde los inicios de su
enfermedad.

“Prepararlo para mi ausencia, psicológica y políticamen te, era mi primera bligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación ‘’no exenta de riesgos , recuerda Castro en la que pudiera ser su última reflexión firmada como comandante.

La renuncia abre una era de cambios en la isla en la cual el legendario dirigente comunista manten drá la influencia de su liderazgo histórico. No aspiraré ni aceptaré el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe , afirmó
en su carta publicada en el diario oficial Granma, a solo unos días de que el Parlamento definiera la nueva cúpula del Gobierno, que finalmente recayó en su hermano Raúl, ministro de Defensa, de 76 años.

La noticia tiene un alcance histórico difícil de vislumbrar en estos momentos,pues es una verdadera incógnita como repercutirá esta decisión en el marco político
cubano e internacional, por lo que solo nos cabe de sear que los acontecimientos políticos y económicos que este anuncio pudiese desencadenar redunden en beneficio del pueblo cubano.

¿Realmente se abrirá ahora Cuba a los cambios?, ¿qué futuro le espera a la isla, plagada por la pobreza y una economía débil?, ¿cuál será el próximo paso de
Estados Unidos? Las preguntas quedan en el aire, y sólo el devenir de la historia nos la responderá.

Su renuncia El 31 de julio del 2006 Fidel Castro cedió sorpresivamente el poder a su hermano Raúl, tras ser sometido a la primera de varias complicadas cirugías
intestinales. Un año y siete meses después, el hombre que gobernó Cuba durante casi medio siglo puso fin a las interrogantes sobre su futuro político al anunciar que no aceptaría nuevamente los cargos de jefe de Estado y comandante del ejército. El anuncio de Castro, de 81 años, se pro dujo por medio de una carta a la prensa cubana.

Hijo de un inmigrante gallego devenido en terra teniente y una humilde campesina cubana, Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Birán (sureste de Cuba). Estudió en colegios católicos jesuitas -que marcaron su personalidad-, y conti
nuó sus estudios en la Universidad de La Habana, donde se graduó de abogado en 1950. Dos años antes contrajo matrimonio con Mirta Díaz Balart, con quien tuvo un hijo, también llamado Fidel.

La pareja se divorció en 1955. Según reportes no confirmados por el propio Castro, pero tampoco desmentidos, contrajo matrimonio con Dalia Soto del Valle, con quien tiene cinco hijos. Según algunas versiones ha tenido otros niños con otras mujeres.

Tras cobrar notoriedad por su militancia opositora a la dictadura de Fulgencio Batista (19521959), comenzó a operar en la clandestinidad organizando la resistencia armada,junto a su hermano Raúl Castro y otros revolucionarios.

En 1953 dirigió el frustrado asalto al cuartel Moncada, segunda fortaleza militar de Cuba, en una acción que marcó el comienzo del período insurreccional en la isla.
Arrestado y condenado a 15 años de prisión, Fidel Castro fue amnistiado dos años después y se exilió en México, desde donde reunió a un grupo de 82 hombres armados que en 1956 desembarcaron en el oriente de Cuba para dar inicio a operaciones guerrilleras desde las intrincadas cumbres de la Sierra Maestra.

Tras 25 meses de combates, los barbudos del acérrimo dirigente revolucionario alcanzan su objetivo y,tras la huída del dictador Batista,ingresaron vic
toriosamente a La Habana en enero de 1959.

Un orador carismático y barbado, reconocible por su gorra y uniforme verde olivo, Castro ha sido una inspiración para generaciones de izquierdistas latinoamericanos. Designado como Primer Ministro en febrero de ese año, el líder guerrillero asumió el poder y la autoridad en la isla. En 1962 fue elegido como Primer Secretario del Partido Único de la Revolución Socialista, que tres años después pasó a de
nominarse Partido Comunista de Cuba. Una reforma constitucional en 1976, lo llevó a con vertirse en el presidente del Consejo de Estado.

Además, desde entonces, acumuló los cargos de Jefe de Estado y de Gobierno.
Su nombre aparecerá en una reducida lista de personalidades que incluye a Emiliano Zapata, Ernesto “Che” Guevara, Mao Tse tung, Ho Chi Minh, Vladimir Ilich Lenin, José Stalin y Josip Broz “Tito”. Al igual que ellos, la figura de Fidel Castro ha sido objeto de una enorme controversia histórica, marcada por la distancia abismal entre las opiniones de los que lo reverencian sin límite y los que lo odian hasta desear su eliminación física.

Fragmentos de una vida

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